martes, 27 de mayo de 2008

La Cumbre ALC - UE y la Amazonia

Por: Róger Rumrrill | Kanatari





Más allá del show mediático del presidente García, del caos vehicular y del encarcelamiento de Lima “como un ensayo de la criminalización del movimiento social”, como dijo el economista Hugo Cabieses en el balance que el citado experto y el suscrito efectuamos la noche del miércoles 21 en la Casa Museo Mariátegui en Lima sobre la V Cumbre, es pertinente preguntarse qué beneficios, lecciones y promesas ha dejado esta cita internacional al Perú y sobre todo a la Amazonía.



Para un sector duro de la oposición, la V Cumbre ha sido un “saludo al banderín”, sin ningún resultado concreto, positivo y de beneficio para los peruanos. En la otra orilla, algunos funcionarios del gobierno creen haber tocado el cielo con esta cita. David Lemor de Proinversión ha dicho que el gobierno ha asegurado inversiones por un monto de mil millones de dólares, aunque hasta ahora el funcionario gubernamental no ha dado los nombres de las empresas o gobiernos que han prometido esa millonaria inversión.

Ubicándonos en un justo medio, diremos que la V Cumbre no ha sido inútil. Las agencias de viaje, el transporte terrestre y aéreo, los hoteles y restaurantes hicieron su agosto. El Municipio de Padre Abad, que me invitó a presentar en Aguaytía la “Gran Enciclopedia de Ucayali”, pagó 300 dólares a “Lan Chile” por mi pasaje sólo de ida de Lima a Pucallpa la noche del miércoles 14 de mayo. Los precios del transporte terrestre a provincias alzaron vuelo hasta alcanzar incrementos escandalosos del 200 a 300 por ciento. El Perú, habitualmente ignorado en la gran prensa estadounidense y europea, ganó espacios en los medios que sólo había tenido durante la sangrienta guerra de Sendero Luminoso y más recientemente con el terremoto de Ica.



El blindaje del sistema neoliberal



Pero la Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE) no sólo fue eso. Fue algo más. Fue una reunión donde los Gobiernos y los organismos multilaterales reafirmaron su decisión de no tocar ni con el pétalo de un rosa al sistema neoliberal, blindándole férreamente ante cualquier amenaza de cambio e incluso de críticas. Por eso el gobierno de Alan García no ahorró adjetivos utilizando a su prensa mercenaria para demonizar la Cumbre de los Pueblos.

Esa misma prensa, igual de servil y rentada que con Fujimori, fue la encargada de difundir verdaderos psicosociales para convencer a la mayoría de los peruanos que el modelo neoliberal es perfecto, que no necesita ninguna corrección ni cambio en sus extravíos, sus excesos, sus asimetrías y sus inequidades. Próximos al evento, la televisión pasó reportajes de los nuevos ricos del Perú, donde desfilaron los Añaños, los Flores, los Páucar, esos nuevos ricos nacidos en algún pueblo remoto del interior del país y que construyeron sus fortunas vendiendo papas, gaseosas, o comida en carretillas. Pero los ricos que mandan en este país fueron ocultados: las multinacionales petroleras y mineras, el sistema financiero y los otros.

El mensaje que transmitían esos reportajes era muy nítido y aleccionador: todos podemos ser ricos en el Perú. Todos podemos ser como Añaños, Flores y Páucar. Sólo hay que trabajar. Hay que dejar el sistema como está. Las huelgas, los paros, las rebeldías, las protestas, sólo impiden que todos seamos ricos. Y para dorar la píldora, el heredero del Grupo Romero apareció escribiendo en dos periódicos de Lima, uno de derecha y otro de izquierda, presentándose más o menos como un miembro de la sagrada familia. En el mismo momento en que al hombre más rico del Perú el gobierno de Alan García le entregaba mediante la Resolución Suprema 255-2007-AG, 3000 hectáreas de tierras cultivadas hace mucho tiempo por un centenar de campesinos en Barranquita, en Lamas, en la Amazonía, para la producción de biocombustibles a gran escala.



La cumbre de las contradicciones



Por eso suena contradictorio y hasta cínico el discurso de los mandatarios que concurrieron a la V Cumbre y los 57 acuerdos de la “Declaración de Lima”, cuyo contenido en un 90 por ciento está dedicado a hablar de la lucha por la “cohesión social y contra la pobreza y el cambio climático”.

¿Pero acaso el sistema neoliberal tal como lo conocemos en el Perú no es una verdadera fábrica de pobres, de desigualdad y exclusión? ¿No es acaso la llamada economía moderna, aquella en que las grandes empresas mineras, petroleras y madereras obtienen montañas de ganancias a costa de destruir el planeta con la tala masiva de bosques, las emisiones de gases, la erosión y contaminación de los suelos agrícolas, de los ríos, lagos y mares?



La Cumbre ALC-UE y la Amazonía



Es este modelo económico que la V Cumbre ALC-UE acaba de blindar una vez más, el mismo el que ahora se empeña en abrir el mercado de tierras y privatizar la Amazonía con un objetivo: vender las tierras amazónicas de indígenas y ribereños a las grandes empresas nacionales y extranjeras para la producción de biocombustibles, commodities (soya, cacao, café, petróleo, gas) y como sumidero de carbono.

La “Ley para el otorgamiento y aprovechamiento de restingas o tierras inundables” y el “Decreto Legislativo 1015 que unifica los procedimientos de las Comunidades Campesinas y Nativas de la Sierra y de la Selva con las de la Costa, para mejorar su producción y competitividad agropecuaria” promulgadas como parte del proceso de implementación del Acuerdo de Promoción Comercial Perú-USA, más conocido como TLC, son dos claros e inobjetables ejemplos de lo el presidente García se propone hacer con la Amazonía como el nuevo y alucinado converso de la doctrina neoliberal.

La hora de la resistencia, propositiva, inteligente, pacífica, unitaria, ha llegado para la defensa de la Amazonía. Publicado: 23/05/2008

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